Un ejemplo concreto es la cooperativa de productos lácteos La
Fageda, con sede en Santa Pau (Girona). Fundada hace 30 años por el psiquiatra
Cristóbal Colón, la cooperativa que emplea a 276 trabajadores -de los que 160
presentan algún tipo de discapacidad- ha sabido diversificar su negocio con los
años y ofrece la oportunidad de trabajar a personas discapacitadas.
En 2010, invirtió más de 300.000 euros en la reconversión de
una cooperativa que cerraba en Badalona con el fin de conservar a la plantilla
que trabajaba allí. Desde entonces 11 trabajadores con discapacidad elaboran
helados artesanos en la fábrica de esta localidad.
El año pasado tuvieron que cerrar un vivero forestal en el
que trabajaban 12 personas. Para no dejar sin empleo a los 12 empleados y
aprovechando el espacio del que disponían, lo han transformado en un huerto
para cultivar frutas, a partir de las que elaborará su propia mermelada.
Un hecho que me sorprendió al principio es cómo una pequeña
empresa, que vende sus productos únicamente en Cataluña, año tras año consigue
mejores resultados. Y la respuesta me la dejó muy clara su fundador: "Ganamos
clientes porque somos creíbles, somos una empresa motivada y llena de
sentido". 
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