La crisis está pasando a factura a los medios de
comunicación y desde 2008 las
empresas periodísticas españolas han prescindido de cerca de 8.000
trabajadores. Pero la destrucción de los puestos de trabajo no es la única
preocupación de un sector cada vez más cuestionado y en decadencia.
Bajos salarios,
intrusismo laboral, noticias poco elaborada, pésimas condiciones laborales,
información partidista, sensacionalismo… es el panorama actual de los medios de
comunicación, cada vez menos independientes, con menos recursos y con menos
personal.
Ya no pensando en
el futuro de esta profesión sino en el presente, la situación no es optimista. Nos
encontramos con unos medios dependientes de la publicidad, que condicionan los
contenidos y es la principal fuente de ingresos de estas empresas, “que no pueden
ser críticos con quién les paga”. Y esto sucede también en los medios públicos,
que no quieren periodistas que destapen las incompetencias y los escándalos de
los gobernantes y quieren personas que se limiten a transmitir a la sociedad
los contenidos que ellos marcan. Esto es información de calidad y las
investigaciones son tonterías.
A la reducción de
personal y de salario, en esta profesión se suma otro elemento a tener en
cuenta: el intrusismo laboral. Se debate sobre si es necesario tener la carrera
de periodismo para ejercer esta profesión y sobre si el periodismo la puede
ejercer cualquiera. Es cierto que no todos los contenidos que se enseñan en los
cuatro años de carrera son aplicables y útiles, pero esto no quiere decir que
cualquiera pueda ser periodista.
¿La gente estaría
informada sino hubiera periodistas? Sí, sin duda. Pero la pregunta que nos
tenemos que hacer es otra, ¿qué tipo de información queremos conocer? La
función social del periodismo está desapareciendo para transformarse en una
función propagandística. Por desgracia parece que importa más la cantidad que
la calidad, el titular sensacionalista que el informativo, una imagen
impactante que un buen reportaje.
El último cotilleo
de un futbolista es más comentado que la guerra de Siria y resulta curioso como
un buen reportaje no resulta tan interesante como las novedades del Iphone5.
Los grandes
reportajes están dando paso a los teletipos de agencia, la calidad está
quedando desbancada por la cantidad de noticias que se publican al día y los
sucesos ganan peso en decremento de la economía. Y no es
para menos, a los buenos periodistas se los cargan porqué dicen las cosas como
son y no se andan con tapujos, están recortando personal cualificado, rebajan
los sueldos, se contrata a personas que no tienen la titulación porque resulta
más barato… y así funciona el sector.
Vivir dignamente de
la profesión…. Impensable.
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