Desde que empezó la crisis en el
2007, España ha sufrido un barajuste de cuentas en todo su conjunto. A
principios de noviembre del 2012 la tasa del paro juega con la espada de
Damocles con un 25% de la población. Es decir uno de cada cuatro personas de la
población activa no trabaja. La
población pierde su capacidad adquisitiva con una inflación del 3,5% y ve mermada
sus perspectivas de futuro. La población en España envejece a velocidades impensables en una sociedad con
buena salud. Tenemos una Administración pública deficitaria en todos sus
sentidos, una casta política corrupta e insostenible, un sistema bancario que
sufre con su propia sangre el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, falta de competitividad,
un euro vampírico, etc.
Las instituciones cuyo mensaje
está rodeado en una "veracidad" se sustenta en el principio básico de
que: si lo dicen ellos es verdad. Es decir, un profesional de la arquitectura
puede exponer un juicio sobre una obra arquitectónica basado en sus
instrucciones académicas, que tendrá más peso que aquel que sin tener una
titulación, ni dedicación profesional al menester, ha estudiado por cuenta
propia arquitectura sin basarse en los principios académicos estándares. La
sociedad juzgará por desconocimiento propio que lo correcto es la verdad del
profesional. Entran aquí dos elementos sociales, el primero el desconocimiento
y segundo el miedo. Desconocimiento por que el individuo no tiene una formación
que le permita juzgar y miedo frente al desconocimiento de la materia. Su única
referencia será su titulación y status. El profesional puede estar equivocado y
a falta de otras referencias daremos por buena tal idea sin voluntad de
contrastarla.
Con esto no quiero decir que haya
una verdad única, pues existen tantas verdades como puntos de vista existentes.
La verdad como concepto no puede caer en el dogma universal ni ser única. Las
verdades deben ser argumentadas y deben tener un grado de consciencia en el
colectivo que las respalda. Cuanto mas grande sea el nivel de consciencia
propio y más argumentos respalden la verdad, más fuerte se convierte.
Un ejemplo fue el astrónomo
Galileo Galilei, quien era consciente que la tierra era redonda y giraba
alrededor del Sol. Debido a sus investigaciones, luchó contra viento y marea en
favor de sus teorías. Por aquel entonces, la Iglesia Católica disponía del
mencionado "status quo" de la ciencia, así pues sus estudios
astrológicos no fueron tomados en cuenta por toda la sociedad hasta que la
consciencia colectiva aceptó la verdad de Galileo. La Iglesia fue perdiendo
paulatinamente este mensaje de la verdad científica a medida que otras
corrientes impregnaban la consciencia de muchos ciudadanos. A posteriori, este
movimiento de deslegitimación de la
Iglesia en favor de la ciencia actual es la que ha conseguido
el blindaje para que no sea desacreditada, usando como herramienta el titulo
académico y otorgándole "status quo" dentro de la sociedad.
Con esto quiero hacer ver que la
verdad que la sociedad acepta no tiene por que ser correcta y debería ser
cambiante. Dicha credibilidad puede estar vinculada a unos intereses de las instituciones
para mantener algo que ellos no quieren perder. Un ejemplo en referencia a la
astrología fue cuando el clero creía que la tierra era plana y centro de toda
la creación, "verdad" que defendieron para mantener el sistema de
poder que habían impuesto a la sociedad para mantener su posición. Tuvieron que
pasar años para que la consciencia colectiva aceptara como verdad la tesis de
Galileo.
Con la introducción de la sospecha sobre los comunicados oficiales, voy a
presentar un seguido de ideas sociopolíticas en base a la observación y
análisis de las instituciones y problemas del estado español en general. No
quiero que sean verdades ni dogmas, sino opiniones personales que cada uno
puede aceptar o discernir, debatibles todas ellas aceptando críticas y mejoras.
Autor: Rafael Guerrero
Autor: Rafael Guerrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario