La sociedad es una organización
que necesita de reglas establecidas que autorregulen las actitudes, acciones…
ya sean administrativas, comerciales, laborales… Dichas normas beberán en su
mayoría de las costumbres de antaño. El incremento de la población hace que lo
que es costumbre se tenga que escribir para permanecer, pues sino, las malas
prácticas la pueden hacer desaparecer.
Como gran organización, la
sociedad necesita de gente cualificada y con aptitudes reconocidas por todo
conjunto de la población para dirigir. Actualmente, ese perfil correspondería a
los políticos. Dichos gobernantes son elegidos mediante unas elecciones, que
después serán los encargados de mantener el buen funcionamiento de la sociedad.
Así se entiende que la soberanía de la sociedad la tiene el pueblo y que la
cede a sus gobernantes para el bien del conjunto.
Pero en la actualidad hay cosas
que no son muy "democráticas". La primera de todas es la casta
política. Nos referimos a ellos como casta por que así son. Familias que en el
75 y con la aparición de las comunidades autónomas aprovecharon para crearse
reinos de taifas para beneficiarse a sí mismos y a toda su red familiar, de
amigos y clientelares. Otra característica es que son inamovibles, pues sus
descendientes ascienden en el partido por méritos que desconoce la sociedad. Pero
no solo se benefician cuando tiene el poder, sino que cuando están en la
supuesta oposición también gozan de sus círculos de influencia. No hace falta
dar ejemplos, pues con solo mirar un poco los diferentes nombres del gobierno,
asesores, etc. nos podemos hacer una idea.
El segundo punto es el falso
pensamiento de que los políticos deben responsabilidad y buen proceder a sus
ciudadanos. Este punto se puede resumir que los clientes de los políticos no
son los cuidadnos sino los bancos, Ibex35 y lo conocidos como mercados mundiales.
Claros ejemplos son las ingestas cantidades en euros que se inyectan en los
bancos para no dejarlos caer. Solo un detalle sobre los bancos: financieramente
cualquier entidad bancaria que no tiene beneficios está en quiebra y en España ninguna goza de tales ingresos,
ergo todas se mantienen artificialmente. Todos los esfuerzos de los políticos
recaen en salvar los bancos, en mantener los intereses de las grandes empresas,
hacer de embajadores y mantener tarifas e impuestos abusivos sobre la
población.
El tercer punto son las
votaciones. La democracia solo es ir a votar cada 4 años a los gobernantes. El
mayor engaño son las listas cerradas, la ciudadanía no escoge a sus mandatarios
mediante nombres, sino con una lista cocinada. Dicha lista esconde la jerarquía
imperante de los partidos, ya que ascienden por motivos que nadie conoce. Es
decir, todos conocemos al cabeza de lista, pero casi nadie sabría decir quiénes
son los restantes, que por índole también son votados. Sería más democrático
escoger a quienes queremos que gobiernen, fomentando la competencia de los
políticos hacia su electorado. Por contra, la sociedad debe madurar más políticamente
y se debe implicar más en los procesos políticos que la engloban.
Una buena muestra de todo esto es
el día en que se celebran las elecciones, que acaban todos los políticos con la
misma idea: invitando a la ciudadanía a ir a votar. Acto muy cívico pero que
puede esconder lo siguiente: votad por que solo así la casta política puede
permanecer. Es muy posible porqué votando hacemos que ellos sean elegidos,
hacemos que sus actos sean legitimados por la sociedad votante, dando nuestro
acuerdo aprobamos las listas cerradas y hacemos entre muchas cosas más, que su
régimen del 75 perdure.
Como bien dice la frase, la soberanía
popular es delegada al gobierno, pero la sociedad también la puede recuperar
cuando los mandatarios no responden a sus intereses. Para deslegitimar en las
urnas las actuaciones de los políticos una opción es el voto nulo.
Autor: Rafael Guerrero
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