“La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en diferido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social”.
Frases como esta, pronunciada por la presidenta de Castilla-La
Mancha, María Dolores de Cospedal, reflejan el desconocimiento de algunos políticos
sobre cuestiones de interés público que les afectan directamente. ¿Cómo es
posible que la secretaria del PP explique con estos términos el finiquito de
Bárcenas? Una de dos, o realmente no sabe lo que está diciendo o su objetivo es
que la población no entienda sus argumentos.
La que abiertamente manifestó que no sabía ni lo que había dicho ante los periodistas en una rueda de prensa tras ser preguntada sobre el caso Bárcenas fue la directora general de la Agencia Tributaria, Beatriz Viana, a la que los micros abiertos le jugaron una mala pasada y recogieron su testimonio: “no se ni lo que he dicho”. Su explicación ante los medios sobre la amnistía fiscal a la que podía haberse acogido Bárcenas fue la siguiente: “supongamos una persona que está siendo juzgada por un asesinato y que al mismo tiempo ha presentado una declaración tributaria especial porque tenía una empresa… y que dejó de tributar en el impuesto sobre sociedades del ejercicio 2009 por un dinero x… pues podrá presentar su declaración tributaria especial si las rentas son lícitas”.
Pero las frases sin sentido no son las únicas que podemos escuchar
de la clase política española, que también tiende a la repetición. Como
ejemplo, este discurso del presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, que en un
mitin dijo lo siguiente: “sabemos que es lo que hay que hacer y lo vamos a hacer, y por eso hacemos lo que hemos dicho que
íbamos a hacer. Y por eso seguiremos haciendo aquello que nos toca a
hacer a pesar que alguno no se
crea que vamos a hacer lo que
hemos dicho que íbamos a hacer”.
Hasta el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha soltado
algunas perlas como esta: "todas las cosas que se me imputan son falsas. Todo
lo que se ha publicado sobre mí y sobre mis compañeros de partido es absolutamente
falso, salvo alguna cosa". Así
respondió Rajoy a las preguntas que le formularon los periodistas en la rueda
de prensa conjunta que ofreció con Angela Merkel, tras la XXIV Cumbre Bilateral
Hispano Alemana, sobre el escándalo de la supuesta contabilidad B del PP. Si
todo es falso, ¿cómo puede ser que alguna cosa sea verdad? ¿de qué cosa se
trata?
Además, otra barrera con la que se encuentran algunos políticos
son los idiomas, y esto es un problema cuando día sí día también deben mantener
reuniones con líderes internacionales como Angela Merkel, David Cameron, Mario
Monti... Pero no parece ser un motivo suficiente para aprender inglés. En una reunión privada con el primer ministro
del Reino Unido, David Cameron, Rajoy contestó: "It's very
difficult todo esto" ante el comentario de Cameron sobre que "las noticias viajan rápido".
En política está todo preparado y no hay lugar para la improvisación,
pero en algunas situaciones, como en la que se encontró el presidente del
Gobierno en el discurso de recepción de la Selección Española de Balonmano, se
ven obligados a improvisar. En este caso, por no poder leer sus propias notas,
y sin tener un guion que leer, confundió este deporte con el fútbol. No es de
extrañar que lo tengan todo escrito.
Ver a nuestros políticos -que deberían ser personas
formadas, con dominio de idiomas, que sepan defender los intereses de los ciudadanos
y entiendan de economía y cultura general- en estas situaciones dice mucho de
la clase de personas que nos representan.
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