Turismo,
vino y ecologismo son tres ingredientes que configuran una receta cada
vez más demandada por los ciudadanos. Poder conocer el entorno rural de
forma sostenible y potenciar la riqueza vitivinícola, es una alternativa
al turismo convencional que está estrechamente relacionado con la
cultura y la gastronomía.
En
España, uno de los principales países productores de vino ecológico con
más de 57.000 hectáreas de superficie cultivada de viñedo ecológico, se
multiplican las actividades relacionadas con esta iniciativa. La
agricultura ecológica no hace uso de pesticidas ni productos
manipulados genéticamente ya que opta por abonos naturales. A pesar de
la crisis económica, esta actividad ofrece oportunidades de negocio y
permite llegar a nuevos nichos de mercado y nuevos consumidores,
especialmente en los países escandinavos y del norte.
Conservar el entorno
El vino ecológico ha sido la apuesta de la bodega catalana Eudald
Massana Noya, que ha optado por esta diferenciación “porque debemos
conservar el entorno, respetar la tierra y no deteriorarla ya que es
nuestro principal activo de trabajo y paisajístico”, afirma Eudald
Massana Noya, que integra la novena generación que trabaja las tierras
de la finca de su propiedad en Sant Pau d’Ordal (Subirats). De una
producción anual de 120.000 botellas de vino y cava ecológico, el 40 por
ciento lo destina al mercado exterior, a países como Japón, Suiza,
Bélgica, Holanda, China, Estados Unidos, Hungría, Noruega y Alemania,
entre otros.
Para
acercar el mundo vitivinícola a los visitantes, Eudald Massana, al
igual que hacen otras bodegas, organiza visitas guiadas por su finca, a
través de las que los ciudadanos pueden conocer el proceso de
elaboración del vino y el cava, su filosofía de trabajo y probar sus
productos. En definitiva, conocer el mundo del vino y el cava y toda la
cultura que lo rodea.
En
el conjunto del territorio español existen cerca de 500 bodegas de
producción de vino ecológico, cuyo principal destino son los mercados
exteriores como Alemania. En Catalunya, junto con el cultivo de olivos,
el de viña ecológica está en auge con un crecimiento del 5,6 por ciento
en 2012 respecto al año anterior (con 5.615 hectáreas). La uva se ha
convertido en el principal cultivo productivo ecológico en Catalunya.
Dinamizar el sector.
Además de las actividades puntuales que se organizan para dinamizar el
sector como por ejemplo el Cavatast, una muestra de cavas y gastronomía
que se organiza cada año en Sant Sadurní d’Anoia, hay empresas que se
han especializado en dar conocer esta riqueza cultural y paisajística.
Burricleta es una empresa de ecoturismo, que facilita el descubrimiento
del entorno natural gracias al GPS que incorporan sus bicicletas
eléctricas, que incluye contenidos culturales y naturales que no podemos
pasar por alto.
Con
ocho centros en Cataluña, dos en Navarra, uno en Madrid y uno en
Valencia, Burricleta proporciona en sus establecimientos servicios de
alquiler y compra de bicis eléctricas. Además de diseñar rutas guiadas
con los puntos de interés de la zona, también incorpora información
sobre gastronomía y alojamiento.
Noticia publicada en Cataluña Económica
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