Añadir
una nueva funcionalidad a una página web, lanzar un nuevo producto o impulsar un
proyecto son algunas de los motivos por los que las empresas y particulares
optan por buscar financiación a través de plataformas de crowdfunding.
La revista La Marea, el documental L’endemà de la productora Isona
Passola (Pa Negre), la aplicación localizadora de gente soltera
Meetings, el Festival Django de Hospitalet… Son solo algunas iniciativas que han
visto la luz gracias al apoyo de los denominados “mecenas”, que son las personas
que hacen aportaciones a cambio de recibir recompensas, como pueden ser
experiencias o productos relacionados con el proyecto en el que
invierten.
Este
modelo de crowdfunding en el que se ofrece a los ciudadanos una
recompensa como contraprestación a su aportación –denominado
crowdfunding de recompensa– es la categoría más desarrollada por un 63%
de las plataformas y la que lidera el mercado en volumen de recaudación. Pero no
es el único tipo de crowdfunding existente, ya que también nos
encontramos con otras plataformas en las que las empresas ofrecen acciones o
participaciones de la misma a las personas que realizan aportaciones en sus
proyectos, que se denomina crowdfunding de inversión. Por su parte, en
el crowdfunding de préstamo la financiación va destinada a préstamos,
consiguiendo unos intereses por ellos. Y por último está el
crowdfunding de donación, en el que no hay una contraprestación para
los ciudadanos que financien los proyectos.
Empresas
y particulares. Tal y como indican desde Infocrowdsourcing,
comunidad que proporciona información del mundo del crowdsourcing y
crowdfunding en España y Latinoamérica, “esta herramienta no sólo está
orientada a empresas, sino también a particulares con proyectos concretos, como
por ejemplo iniciativas creativas”. En el caso de las plataformas orientadas a
empresas, el perfil de las que buscan financiación son start-ups o pymes de
reciente creación que han tenido dificultad para encontrar crédito a través de
los bancos. A las plataformas generalistas también acuden grandes empresas con
un gran número de consumidores en torno a la marca y que buscan probar la
aceptación de un nuevo producto y aumentar su notoriedad.
Este
método de financiación colectiva permite que la ciudadanía contribuya con
cualquier cantidad de dinero a fomentar el desarrollo de una iniciativa. Los
creadores que buscan financiación pueden publicar su proyecto en las plataformas
existentes, describiendo en qué consiste la idea, la cantidad de dinero que
necesitan para tirarla adelante, los tramos de donaciones y las recompensas que
a cambio recibirán los mecenas. Para recaudar la cantidad demandada, disponen de
un período de tiempo limitado. Si una vez que finaliza el plazo, el creador
llega al 100% de lo solicitado, recibe el dinero para implantar la idea,
mientras que si en el caso contrario no obtiene el importe demandado, el dinero
se devuelve a los mecenas.
Pero
hay que tener en cuenta que este funcionamiento puede variar en función de cada
plataforma. Como aconsejan desde la Asociación Española de Crowdfunding
Spaincrowdfunding, “es importante definir el mensaje que se quiere
transmitir, tener una buena historia que contar y ser capaz de hacerla llegar a
tu target”.
60
plataformas. Lánzanos, Goteo y Verkami son algunas de las plataformas
de crowdfunding más populares en nuestro país, donde hay más de 60,
siendo Estados Unidos la meca del crowdfunding con Kickstarter
como referente. Tal y como se desprende del estudio “Experiencias de
crowdfunding en el Estado español y Catalunya” de X.net, el mayor
mercado de crowdfunding es, actualmente, Estados Unidos, pero Europa le
sigue a buen ritmo, donde existían contabilizadas en el primer trimestre de 2012
unas 452 plataformas y un millón de proyectos llevados a cabo con
éxito.
La
falta de subvenciones en proyectos culturales y sociales, la dificultad para
encontrar financiación en los bancos y el auge de las redes sociales que permite
a empresas y creadores dirigirse directamente a su público objetivo son algunos
de los motivos que explican el auge de esta forma de financiación. En España
supuso en 2012 una cifra de 9,7 millones de euros, según el estudio publicado a
finales de agosto en Infocrowdsourcing.
El
importe medio que se demanda y el índice de éxito y fracaso varía en función del
tipo de proyecto. Pero según los datos publicados en la web de Verkami, el 70%
de las peticiones logran la financiación necesaria para realizarse y los mecenas
aportan de media unos 39 euros por proyecto. En Lánzanos, en funcionamiento
desde 2010, más de 220 iniciativas se han financiado con éxito y el dinero
recaudado supera los dos millones de euros. El crowdfunding se presenta
como una herramienta útil para financiar proyectos de pequeños presupuestos,
mientras que resulta más complicado para aquellos que requieran una inversión
más elevada y que se prolonguen en el tiempo.
Noticia publicada en Cataluña Económica
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